El genio de Pierre Cardin
Nacido en San Biagio di Callalta, cerca de Venecia (Italia) en 1922, Pietro Cardin llega a Francia con su familia con tan solo dos años y se establecen en Saint-Étienne, donde pasa a llamarse Pierre. Interesado en la moda, desde joven aprende el oficio con el sastre Chez Bompas. Sus inquietudes culturales y profesionales le llevan a París en 1945. Primero trabajó para Jeanne Paquin y luego con Elsa Schiaparelli, aunque el gran salto se produce en 1946, cuando es nombrado jefe de taller de Christian Dior.
Por esas fechas conoce a dos personajes que también marcarán su vida profesional: los artistas Jean Cocteau y Christian Berard. Aficionado al teatro desde niño, junto a ellos crea las máscaras y disfraces de su mítica película La Bella y la Bestia. Esta experiencia le anima a seguir trabajando la moda de forma artística y empieza a diseñar vestuario para teatro en 1950, además de fundar su propia firma en el número 10 de la Rue Richepanse. Tres años después lanza su primera colección de ropa para mujer, toda una sensación por su estilo único y vanguardista.
Su famosísimo «robe bulle», el icónico vestido en forma de burbuja, hace su aparición y llega a ser un éxito en el mundo entero. En 1954 abre su primera tienda, llamada Eve, en la rue du Faubourg Saint-Honoré. Es considerado el primer couturier en hacer pret-à-porter, tras diseñar una colección para los grandes almacenes Le Printemps, algo inaudito para la época.
Las licencias de Pierre Cardin
En 1960 lanzó su primera colección para hombre y seis años después la de niños. La firma fue creciendo a un ritmo vertiginoso y, con el objetivo de democratizar su marca, es el primero en conceder licencias para comercializar otros productos. Su primera licencia fuera de la moda fue en 1968 para vender vajillas de porcelana; en 1972, su primer perfume para hombre, Pour Monsieur; y en los 80, los femeninos. Sus diseños conquistan incluso los cielos, ya que en 1979 firma un contrato con Atlantic Aviation para diseñar sus aviones Westwind 1124.
Fundas para los asientos de los Renault 9, joyería, muebles, muñecas, baldosas, mermeladas… no hay casi nada que Cardin no haya conseguido firmar. No en vano, su nombre figura en unos 700 productos diferentes. Pionero en la explotación de su imagen de marca, fue el primero en abrir tiendas en centros comerciales y restaurantes. El hombre orquesta de la moda cuenta en París con un museo propio donde se exponen más de 250 de sus diseños de alta costura.
Las formas redondeadas de sus diseños para mujer, los cortes limpios, las medias de colores y los agujeros en los vestidos son innovaciones del modisto que todavía hoy siguen siendo tendencia. Su imperio abarca más de 100 países, con 700 fábricas en todo el planeta. Disfruta de los mejores productos de Pierre Cardin con hasta un 70 % de descuento.